**Dina Boluarte ignora atentado a Agua Marina y solo dice: "La violencia no es buena"** La presidenta de Perú, Dina Boluarte, evitó pronunciarse sobre el reciente atentado contra el grupo musical Agua Marina, que dejó a cinco personas heridas en Chorrillos el pasado 8 de octubre. Durante un evento oficial en el Palacio de Gobierno, Boluarte se limitó a afirmar que "la violencia no es buena, venga de donde venga". El ataque, que ocurrió en un evento público, ha reavivado el debate sobre la creciente inseguridad en el país. Cuatro integrantes de la orquesta y un vendedor ambulante resultaron heridos en el incidente. La Fiscalía ha anunciado que iniciará investigaciones para identificar a los responsables. La falta de comentarios de la mandataria sobre este ataque contrasta con la creciente preocupación de la ciudadanía por la inseguridad. En lo que va de su gestión, se han registrado más de 4.500 asesinatos en Perú, lo que ha llevado a un aumento de la presión sobre el gobierno para que tome medidas efectivas. El silencio de Boluarte también se produce en un contexto de crisis de seguridad, donde los ciudadanos y diversos gremios han denunciado un incremento en los delitos que afectan la convivencia y las actividades culturales. En respuesta al atentado, los partidos Renovación Popular y Podemos Perú han presentado mociones de vacancia contra la presidenta, argumentando que su gobierno ha mostrado incapacidad para controlar la criminalidad. Aunque en ocasiones anteriores estos partidos decidieron no avanzar con solicitudes de vacancia, la proximidad de las elecciones generales de 2026 podría haber influido en este cambio de postura. La presidenta, en su discurso, abordó otros temas como proyectos de infraestructura y desarrollo económico, pero no ofreció detalles sobre el atentado ni sobre la situación de seguridad en el país. La falta de pronunciamientos claros por parte del Ejecutivo ha generado inquietud entre los ciudadanos, quienes exigen mayor protección y medidas concretas para prevenir futuros ataques. La situación actual refleja un clima de inseguridad que afecta a diversos sectores, incluidos artistas y comerciantes, y ha llevado a la población a demandar una mayor presencia policial y protocolos de seguridad más efectivos. La investigación sobre el ataque a Agua Marina continúa, mientras el debate político sobre la gestión de Boluarte se intensifica.