Salieron a celebrar un santo y no regresaron. La muerte esperaba en Murcia, agazapada entre la maleza, a tres jóvenes de Albacete de tan sólo 19, 22 y 24 años respectivamente. Fallecieron juntos tras la emboscada que les tendieron y a día de hoy, sus cuerpos descansan del mismo modo en el Cementerio de Albacete. Su amistad siempre fue verdadera y se convirtió en eterna bajo la sangrienta luna llena de ‘Charco Lentisco’, en el término municipal de Cieza, en la Región de Murcia.
La noche del 30 de noviembre de 1990, tres novilleros de Albacete tomaron la carretera hacia el noroeste murciano empujados por un rito clandestino y antiguo: “hacer la luna” , tentar reses a campo abierto bajo el plenilunio. Al amanecer del 1 de diciembre, sus nombres ya estaban escritos para siempre en la crónic