La firma de Israel y Hamas a la puesta en marcha la primera fase del nuevo Plan de Paz impulsado por Trump es, sin duda, una buena noticia para Palestina y también para Israel, porque pone fin al genocidio en Gaza y las matanzas en Cisjordania , libera a los últimos 48 personas secuestradas y a 2.000 presos palestinos y obliga a una leve retirada del Ejército de Israel de los territorios ocupados en la zona gazatí. No es un Plan de Paz seguro ni garantiza una paz justa, duradera y verdadera a Palestina, que es la tierra ocupada ilegalmente. Ni tampoco asegura su cumplimiento en las siguientes fases de la misma forma que Israel incumplió los dos acuerdos de alto el fuego anteriores, en noviembre de 2003 y en enero de 2024, como ha incumplido sistemáticamente todas las resoluci

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