El proceso contra el expresidente Álvaro Uribe por fraude y soborno en actuación penal estaba a punto de prescribir , con una fecha límite inicialmente fijada para el 15 o 16 de octubre de este año. Si el Tribunal no hubiera definido la segunda instancia antes de esa fecha, el proceso se habría cerrado y el expresidente habría quedado libre. La renuncia de Uribe, que los magistrados deben aceptar, significa que el caso no "vence" , permitiendo que continúe hasta que se resuelva de fondo.
En una carta dirigida a los magistrados del Tribunal, Uribe explicó su decisión: "A pesar de que la ley me otorga un camino corto y sencillo para salir de este tortuoso proceso, no puedo aceptarlo, pues aun con el peso de la injusta condena y estando mi libertad en juego, no puedo declinar el camin