Reyna González Ortega, una mujer mexicana que vivía desde hace más de tres décadas en Houston, fue detenida por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) después de sufrir un episodio de esquizofrenia. Su esposo había pedido auxilio médico para trasladarla a un hospital, pero la intervención policial terminó en su arresto y posterior deportación a México.

El caso ha provocado indignación entre defensores de derechos humanos, quienes cuestionan la actuación de las autoridades locales y federales, así como la falta de protocolos adecuados para personas con enfermedades mentales. González Ortega padecía esquizofrenia, depresión y ansiedad, y su familia afirma que la detención interrumpió su tratamiento.

El arresto: una llamada de auxilio que terminó en tragedia

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