Para el Gobierno de España, la hoja de ruta en Oriente Próximo tiene un destino final muy claro: la materialización de un Estado palestino que coexista en paz y con garantías de seguridad junto a Israel. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha dejado patente que esta es la única salida viable al conflicto, un horizonte político que condiciona cualquier otra estrategia a medio o largo plazo.
De hecho, para poder siquiera empezar a transitar ese camino, el Ejecutivo considera indispensable sentar primero unas bases sólidas. Esto pasa ineludiblemente por consolidar un cese de las hostilidades que sea permanente, un paso previo a la ingente tarea de reconstrucción que necesita la Franja de Gaza. Solo con el fin de la violencia y con la recuperación en marcha se podrá re