Cuando el verano se despide y el aire del Cantábrico comienza a refrescar, Comillas se transforma en un lugar lleno de calma y belleza natural. Los días se acortan, la luz se vuelve dorada y los paisajes adoptan tonos cálidos que convierten esta villa cántabra en un destino perfecto para disfrutar del otoño. El Parque de Sobrellano y los bosques del entorno son los grandes protagonistas de esta estación, ofreciendo un espectáculo visual que invita a pasear sin prisa.

El Parque de Sobrellano: Un Cuadro de Colores Cálidos

El Parque de Sobrellano , situado junto al Palacio y la Capilla-Panteón, es uno de los lugares más emblemáticos de Comillas. Durante el otoño, sus árboles centenarios —tilos, robles y hayas— se tiñen de rojos, ocres y dorados, creando un paisaje digno de una pintura. Pasear por sus caminos cubiertos de hojas secas es una experiencia relajante, donde el silencio se mezcla con el murmullo del viento y el aroma de la tierra húmeda.

Los bancos de piedra y las vistas al Palacio de Sobrellano convierten este espacio en un rincón ideal para desconectar del ritmo diario. Desde allí, se puede contemplar cómo la luz del atardecer acaricia la piedra y el mar brilla al fondo, recordando por qué Comillas es una de las villas más bellas del norte de España.

Bosques y Rutas Naturales: La Magia del Otoño en Comillas

Más allá del centro histórico, Comillas está rodeada de bosques y praderas que cambian de color con el paso de las semanas. Las rutas que conectan la villa con el Parque Natural de Oyambre son ideales para los amantes del senderismo y la fotografía.

El Mirador de la Rabia , a pocos kilómetros, ofrece una panorámica espectacular donde los verdes del verano se mezclan con los tonos ocres y naranjas del otoño. Caminar por estos senderos permite disfrutar del aire limpio del Cantábrico , observar aves migratorias y sentir la tranquilidad de una naturaleza que se prepara para el invierno.

Planes para un Fin de Semana de Otoño en Comillas

El otoño en Comillas invita a disfrutar del tiempo lento y de los pequeños placeres. Algunas ideas para un fin de semana tranquilo son:

  • Pasear por la Playa de Comillas , ahora mucho más serena, y observar el contraste entre el mar azul y el cielo grisáceo del norte.

  • Visitar El Capricho de Gaudí , cuya fachada colorida destaca aún más bajo la luz suave del otoño.

  • Degustar la gastronomía local , con productos de temporada como las setas, el cocido montañés o los quesos cántabros, en alguno de los restaurantes del casco histórico.

  • Disfrutar de un café frente al mar mientras el viento sopla suave y las olas rompen en la orilla.

Belleza Todo el Año, Pero Mágica en Otoño

Cada rincón de Comillas guarda un encanto especial, pero es en otoño cuando la villa muestra su lado más sereno y evocador. Las calles empedradas, los edificios modernistas y los paisajes naturales se funden en una atmósfera de calma que invita a descubrirla sin prisas.

Lejos del bullicio del verano, Comillas ofrece en esta época la oportunidad perfecta para reconectar con la naturaleza, disfrutar del silencio y dejarse envolver por los colores del norte. Si hay un momento para enamorarse de esta villa costera, ese momento es ahora.