Alhama de Granada se encuentra en la Sierra de Tejeda, en el poniente granadino. Sus tierras están cargadas de historia y todavía conservan las huellas de la época romano-árabe. A finales del siglo IX comenzó a configurarse Alhama tal y como hoy la conocemos. Su nombre es de origen árabe, 'Al-hama', que significa 'manantial de agua caliente', y es un reflejo claro de su esencia. Este lugar es famoso por sus baños termales, construidos en la época árabe sobre los restos de unos baños romanos. Estos manantiales que dieron vida a los baños surgieron de forma natural en el norte del pueblo, al igual que la presencia de arroyos y riachuelos que recorren la zona.

La historia de Alhama de Granada

La evolución de la historia de Alhama se remonta a tiempos muy antiguos. Comienza con la presencia prerromana, cuya huella en estas tierras aparece a mediados del siglo VII a.C. Más tarde, en el siglo III, esta zona empezó a llamarse Iliberri y, posteriormente, recibió de César el nombre de Municipium Florentinum Iliberitanum, citado en adelante como Florentia.

Por razones estratégicas, los poblados íberos decidieron asentarse en las zonas elevadas, especialmente en el entorno donde se ubica el balneario, con el fin de garantizar una mejor defensa. En los alrededores de Alhama, cerca de otros pueblos, se hallaron monedas íberas y romanas, piezas de cerámica y diversos objetos arqueológicos. Estos artilugios demuestran que en la zona había un intenso intercambio comercial, en el que incluso destaca la influencia fenicia.

Durante este periodo, los romanos descubrieron las termas naturales, las cuales serían reutilizadas siglos más tarde por los árabes. Una de las construcciones que perduran en el tiempo de esta época es el puente romano , levantado durante el gobierno de Octavio Agusto en el siglo I a.C. Se ubica en la entrada del pueblo, sobre el río de Alhama y en la bifurcación del balneario.

Con el paso de los siglos, concretamente a finales del siglo IX, la población árabe se asentó en un punto más elevado sobre los tajos del río. Para proteger la zona, se reforzaron las partes más vulnerables del pueblo y se fundó la antigua alcazaba, que actualmente está desaparecida. Su período de mayor esplendor tuvo lugar durante el reino nazarí de Granada, en plena Baja Edad Media, cuando la ciudad experimentó un notable auge comercial, económico y urbanístico, convirtiéndolo en un diamante para el reino de Granada. Precisamente por ello, se transformó en un territorio deseado para los ejércitos de los Reyes Católicos.

El punto de inflexión de esta historia llegó tras la conquista en 1481 por el ejército árabe de Zahara de la Sierra, un municipio de la provincia de Cádiz. La Corona de Castilla en 1482 decidió que su ejército se adentrara en los territorios internos del reino nazarí de Granada, provocando así el inicio de la Guerra de Granada. Durante este conflicto, Alhama sufrió intensas luchas y diversas transformaciones, pese a la resistencia de las fuerzas nazaríes. Finalmente, la ciudad fue reconquistada por las tropas cristianas encabezadas por Rodrigo Ponce de León, noble y militar castellano. Tras este acontecimiento la plaza se conservó debido a su importancia comercial y económica. Paralelamente, la estructura urbana del pueblo comenzó a cambiar de forma significativa: las mezquitas fueron sustituidas por iglesias, los zocos pasaron a ser plazas abiertas y se construyeron nuevos edificios aprovechándose de los cimientos de construcciones musulmanas.

El balneario de Alhama de Granada

El balneario de Alhama de Granada

El balneario y las aguas que lo rodean han hecho de Alhama de Granada un lugar singular y característico. Este espacio ha atravesado dos etapas históricas significativas: la romana y la árabe. Durante la época romana, este lugar era conocido como el 'Baño de la reina'. Los restos arquitectónicos que se conservan en la actualidad coinciden con la época árabe del siglo XII. Del manantial natural de Alhama de Granada brotan “aguas hipertermales, oligometálicas, de mineralización media, sulfatadas, bicarbonatadas, fluoradas y cálcico-magnésicas”, según explican en la página de Turismo de Andalucía, en las que podemos sumergirnos de forma libre a lo largo de todo el año en un entorno rodeado de naturaleza. Las mismas aguas que abastecen al edificio del balneario, ahora renovado pero que se levanta sobre un edificio de un alto valor monumental.

El balneario se encuentra rodeando un manantial, durante la época almohade se habilitó en las proximidades un espacio para el descanso y la cura. Su estructura es rectangular, cuenta con tres salas principales y con dos edificaciones, denominadas Baño Viejo y Baño Nuevo. La primera sala está cubierta por una bóveda de cañón e incluye tres lucernas con forma de estrella, su suelo se encuentra a un nivel más elevado que las dos salas siguientes.

Tres arcos de herradura dan acceso a la segunda sala, que se mantiene llena de agua, al igual que la tercera, en esta se puede alcanzar la profundidad de hasta 1,80 metros. La segunda edificación del balneario, el Baño Viejo, se produjo tras el terremoto de Andalucía en 1884. Esta propiedad antes era municipal hasta que fue adquirido por un propietario privado en 1837.

Sus aguas resultan beneficiosas para diversas afecciones, especialmente las traumatológicas, como el reuma, la artrosis o la artritis, y también favorecen el tratamiento de problemas respiratorios. Cabe destacar que la temperatura del agua se mantiene en 47 grados.

¿Qué podemos visitar?

Iglesia Mayor de Santa María de la Encarnación

El casco histórico de la localidad fue declarado Conjunto Histórico Artístico. Todavía se conservan algunas infraestructuras levantadas tras la llegada de los cristianos a Alhama de Granada. La Iglesia Mayor de Santa María de la Encarnación , que sustituyó a la antigua mezquita, fue mandada a construir por la reina Isabel la Católica. Combina el estilo gótico con algunos detalles renacentista en su diseño. Cerca de la iglesia se encuentra la Casa de la Inquisición que fue construida en el siglo XVI. Este edificio también tiene características de un estilo gótico isabelino. Sin embargo, de esta infraestructura solo se conserva la fachada, debido a su remodelación en los años 50.

Más adelante podemos observar la Real Cárcel de Alhama construida en 1674 como una cárcel de paso. En su fachada se encuentra el escudo original con las armas de Alhama. Este edificio se sitúa en la antigua plaza de la ciudad y actualmente alberga el Centro para la Interpretación, el Conocimiento, la Difusión y la Cultura de Alhama de Granada . Otra construcción relevante es el Hospital Real y Eclesiástico también conocido como Hospital de la Reina, considerado el primer hospital para los heridos en campo de batalla.