Durante dos fines de semana de octubre, la caravana global del judo aterriza en Perú y México, poniendo a prueba a campeones, orquestando regresos y revelando la creciente ambición de un continente. Lima y Guadalajara no solo son sedes: están declarando que el judo latinoamericano pertenece al centro del deporte, no a sus márgenes.
Un escenario continental con algo que demostrar
Cuando el World Judo Tour pasó por la región por última vez, en 2019, se sintió como un desvío: una cortesía hacia América Latina antes de que el circuito regresara a su órbita habitual entre Europa y Asia oriental. Los eventos consecutivos de este año —el Grand Prix de Lima (11–13 de octubre) y el Grand Prix de Guadalajara (17–19 de octubre)— cambian esa narrativa.
Llegan tras el éxito rotundo del Campeonato Mu