Las bibliotecas de los pueblos son uno de los principales motores sociales, educativos y culturales del medio rural. Más allá de ser un lugar donde se guardan libros, son espacios de encuentro, aprendizaje y cohesión comunitaria que mantienen viva la identidad local y fortalecen los lazos entre generaciones.

Un ejemplo claro de ello es la biblioteca de Villanúa, cuya experiencia se expuso la semana pasada en el Encuentro celebrado en Larrés, dentro de los actos previos del Día Universal del Orgullo Rural, organizado por el Laboratorio de Aragón Gobierno Abierto (Laaab).

Miriam Julián Oyarzábal está al frente de la biblioteca de Villanúa desde el inicio. Biblioteca de Villanúa

Su trabajo ha sido reconocido a nivel nacional, obteniendo nueve premios María Moliner por proyectos de fom

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