El presidente estadounidense Donald Trump ha anunciado su intención de imponer un arancel adicional del 100% a todas las importaciones procedentes de China a partir del próximo mes, en una nueva escalada en las tensiones comerciales entre ambas potencias.

El anuncio fue realizado a través de una publicación en redes sociales en la que Trump también adelantó nuevos controles a la exportación de software crítico fabricado en EE. UU.

Reacción a las medidas de Pekín sobre tierras raras

La decisión se produce como respuesta directa al endurecimiento por parte del gobierno chino de las normas para la exportación de tierras raras , materiales clave para la fabricación de dispositivos electrónicos, automóviles y sistemas de defensa.

China domina el mercado mundial de estos minerales, lo que ha convertido sus exportaciones en un instrumento geopolítico de presión . Las nuevas restricciones apuntan especialmente a fabricantes de defensa extranjeros , una medida que, según expertos, busca aumentar la influencia china en futuras negociaciones bilaterales.

Impacto inmediato en los mercados

Los mercados financieros reaccionaron con fuerza tras las declaraciones de Trump. El índice S&P 500 cerró la jornada con una caída del 2,7% , la más pronunciada desde abril, reflejando la creciente preocupación por una nueva ronda de guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo.

Intervenciones adicionales del gobierno chino

Además de las restricciones sobre tierras raras, Pekín ha iniciado una investigación por prácticas monopolísticas contra la empresa estadounidense Qualcomm , una de las principales proveedoras de tecnología móvil, y ha anunciado nuevas tarifas portuarias para embarcaciones vinculadas a empresas estadounidenses.

Estas acciones se suman a un entorno de creciente presión entre ambos gobiernos, que hasta hace poco mantenían una tregua comercial parcial pactada en mayo, mediante la cual acordaron una reducción mutua de aranceles.

Un contexto geopolítico más inestable

Desde esa tregua, ambos países han mantenido negociaciones sobre temas clave como semiconductores, agricultura, TikTok y el comercio de tecnología avanzada . Sin embargo, las recientes medidas chinas y el anuncio de Trump ponen en entredicho la cumbre prevista para este mes en Corea del Sur , en la que se esperaba una posible distensión.

Expertos anticipan nuevas negociaciones

Según Gracelin Baskaran , directora del Programa de Seguridad en Minerales Críticos del CSIS, las acciones chinas apuntan a presionar a Washington en un momento en el que la industria estadounidense muestra señales de vulnerabilidad.

“Nada hace reaccionar más rápido a Estados Unidos que un ataque al sector defensa”, afirmó. “La necesidad de asegurar una base industrial de defensa sólida obligará a Washington a volver a la mesa de negociaciones”.

Por su parte, el investigador Jonathan Czin , del Brookings Institution, señaló que el endurecimiento de las exportaciones chinas busca recuperar la iniciativa diplomática: “Xi Jinping está marcando el ritmo. Mientras tanto, la administración estadounidense reacciona a cada paso sin un plan a largo plazo”.

Un equilibrio cada vez más delicado

La política comercial estadounidense sigue en un punto frágil. Aunque indicadores como el crecimiento del PIB y el empleo muestran fortaleza, la dependencia tecnológica y mineral de China continúa siendo una preocupación estratégica.

Mientras tanto, expertos consideran que las negociaciones entre ambas potencias son inevitables, pero su contenido y formato aún están por definirse. Las restricciones chinas no entrarán en vigor hasta diciembre , lo que deja una ventana abierta para la diplomacia.