Los errores son parte del juego o eso dicen para intentar hacerlos menos pesados, más digeribles, y sí, puede que tengan razón. Pero la verdad es que hay errores que no deberían pasar jamás y de esos si que cuesta recuperarse. Por uno de esos terminó la temporada de los Filis de Filadelfia el jueves, en el cuarto juego de la Serie Divisional que disputaban ante los Dodgers. Y, en honor a la verdad, esa escena debe estar entre las más dolorosas del año.
Llegaron hasta el inning 11, enfrascados en un duelo de pitcheo, y todo se definió por un mal lanzamiento. El pitcher Orion Kerkering falló al intentar tomar un roletazo de Andy Pages y, cuando finalmente tomó la pelota, hizo un tiro terrible a home, a pesar de que su receptor J.T. Realmuto le estaba indicando lanzar a primera. Es evidente