LAHORE, Pakistán (AP) — La policía paquistaní ha arrestado a más de 100 personas tras la violencia en la ciudad oriental de Lahore, informó el sábado un alto funcionario.

Los partidarios del partido político islamista radical Terik-e-Labbaik-Pakistán, o TLP, quieren marchar desde Lahore hasta Islamabad para expresar su solidaridad con los palestinos. Pero las autoridades dijeron que no tienen permiso para manifestarse en la capital.

La policía ha chocado con los partidarios del partido en Lahore desde el viernes, utilizando gases lacrimógenos y palos para dispersar a las multitudes. La gente está lanzando piedras en represalia. En la mañana del sábado, la policía disparó ráfagas de botes y balas de goma para evitar que las personas rompieran las barricadas.

Kamran Faisal, el subinspector general de operaciones de la ciudad, dijo a los periodistas que los manifestantes eran violentos.

“Han confiscado vehículos oficiales, dañado varios otros, y un vehículo policial fue completamente quemado”, afirmó Faisal en una conferencia de prensa. “Hasta ahora, 112 agentes de policía de Lahore han resultado heridos, y muchos otros están desaparecidos, sin información aún sobre su paradero”.

Las autoridades han arrestado a más de 100 personas, agregó. El TLP dijo que la policía arrestó a 700 de sus partidarios.

El partido ganó prominencia en las elecciones de 2018, haciendo campaña sobre el único tema de defender la ley contra la blasfemia, que prevé la pena de muerte para cualquiera que insulte al islam.

Fue prohibido en Pakistán en 2020 en medio de manifestaciones violentas por la publicación de caricaturas en Francia del profeta Mahoma con la prohibición levantada un año después.

La última marcha del TLP ha atraído entre 8.000 y 10.000 personas, y el partido ha establecido un campamento temporal en las afueras de Lahore.

Las autoridades ya han bloqueado las principales carreteras hacia Islamabad con contenedores comerciales.

También han suspendido los servicios de internet móvil en la capital y la ciudad adyacente de Rawalpindi por segundo día consecutivo, a pesar de que los manifestantes están a cientos de kilómetros de distancia. Las escuelas, las rutas de autobuses y el transporte interurbano están cerrados.

Lahore, que tiene una población de más de 14 millones de personas, también está sintiendo la presión. Los residentes la describieron como una ciudad bajo asedio.

“Incluso las calles pequeñas están selladas, y el aire quema tus ojos”, indicó Zeeshan Khalid, dueño de una tienda de comestibles. “La gente no puede llegar al trabajo, y las ambulancias están siendo devueltas”.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.