Cuando se estrenó , parecía que al fin había encontrado una ficción con identidad, humor y una factura distinta . Con Javier Gutiérrez, Marta Hazas, Carlos Bardem y cameos de celebridades reales que interpretaban versiones de sí mismas, todo apuntaba a una jugada segura: glamour, comedia y el atractivo del mundo artístico en una serie que mezclaba realidad y ficción. Pero, como suele pasar, el entusiasmo inicial no garantiza fidelidad.
El primer capítulo convenció a 909.000 espectadores, logrando un digno 10,9 %. Sin embargo, la audiencia ha ido diluyéndose capítulo tras capítulo : 670.000 en el segundo (9,3 %), 638.000 en el tercero (9,0 %), y aunque el cuarto repuntó tímidamente a 693.000 (8,0 %), el quinto cayó hasta los 547.000 (7,6 %). Una tendencia que ya no se puede ignorar.