Saber idiomas abre muchas puertas y facilita enormemente la comunicación cuando salimos de casa. Lo sabemos todos pero aun así es habitual que en ocasiones tengamos problemas por no ser capaces de expresarnos bien en una lengua que se supone que hemos estudiado. Y a veces la situación es urgente y hay que buscarse la vida como buenamente se puede.
Un ratón en la habitación
Es lo que debió de pensar un cliente árabe alojado en el hotel Intercontinental de Londres, cuando tuvo que comunicarse con la recepción para informar de un problema que tenía en su habitación y para el que buscaba una solución inmediata. El hombre hablaba algo de inglés pero no lo suficiente como para saber cómo se decía la palabra ‘ratón’. Y esa era precisamente la urgencia: que había encontrado u