“Gracias a la Virgen de Begoña estoy viva porque los médicos me habían desahuciado”. Con un ramo de margaritas para depositar ante la imagen de la Amatxu en el edificio de la Bolsa, María Isabel y su marido Alfredo han hecho cola para honrar a la virgen y agradecerle su ayuda. “Nací en Málaga de casualidad porque mi padre estaba trabajando allí pero soy hija de una begoñesa porque mi madre nació en la República de Begoña”, rememora María Isabel, que a sus 83 años demuestra vitalidad y ganas de disfrutar de la ofrenda dentro de los actos de la Fiesta del Txikitero.

Su querencia por la patrona de Bizkaia va más allá de rogativas, ya que está presente en su día a día. “Tenemos una nieta que nació en Londres y se llama Begoña. Además, tenemos una anécdota muy bonita porque no la pudi

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