Tres reclusos de la prisión de Amberes (Bélgica) fueron condenados a 20, 20 y 15 años de cárcel por intento de asesinato, violación y tortura, luego de que sometieron a otro preso a brutales abusos durante 72 horas . La víctima, un hombre de 42 años identificado como Roy J., fue atrozmente maltratado entre el 10 y el 12 de marzo de 2024 .
Durante ese lapso, la prisión contaba con personal en huelga y las medidas de vigilancia estaban suspendidas, lo que permitió que los agresores actuaran sin supervisión penitenciaria.
Los tormentos incluyeron violarlo con una escoba, rociarlo con agua hirviendo y forzarlo a ingerir sus propios excrementos. Se trata de hechos que muestran una violencia extrema y sistemática, además de la omisión de los que compartían celda pero no intervinieron.