El fútbol no puede ser ajeno a lo que sucede a su alrededor en el mundo. No lo fue al menos en Oslo, donde Noruega goleó 5-0 a Israel en un encuentro marcado por las protestas contra la solidaridad con Palestina.

A pesar de la normalidad con la que ciertas instituciones deportivas trata a Israel en sus competiciones entre ellas la UEFA, la afición nórdica no perdió la oportunidad en la visita de la selección hebrea al estadio Ullevaal de mostrar su repulsa ante el genocidio que se ha cometido en Gaza. Ni siquiera el acuerdo para el alto el fuego firmado o la posibilidad de que la selección noruega se clasifique para su cuarto Mundial, el primero en 28 años, aplacaron las reivindicaciones del pueblo.

Las manifestaciones empezaron fuera del estadio con una marcha, siguieron en la grada,

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