El delantero vive del gol. Cada partido sin marcar deja una pequeña deuda con uno mismo. Gonzalo García llevaba un tiempo sintiendo esa necesidad de reencontrarse con el sabor de anotar y celebrar. Algo intrínseco en un '9' de su calibre.

Lo había rozado en septiembre, cuando debutó con la sub 21 tras recibir una llamada cargada de ilusión por parte de David Gordo. Contra Chipre y Kosovo ya había dejado la sensación de que algo se estaba gestando. En Guadalajara, ante Noruega, el balón y el momento se alinearon.

La sub 21 aplastó a los noruegos y Gonzalo se liberó marcando y asistiendo . Su primera ocasión se marchó al limbo, pero la segunda no la perdonó. Recibió un caramelo de Álex Jiménez y el delantero metió el pie sin pensarlo cuando el balón desembocó en el área pequeñ

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