Arrastrados por el efecto Roca Rey y la fecha mejor de la feria, con las taquillas como fuente de conflicto por las infructuosas intentonas de varios clientes a la hora de obtener la devolución del importe de sus entradas que se acercaban indignados a contártelo; con las barras de bar pegadas al tramo final de las escaleras que se funden con el piso correspondiente, obstruyendo el paso de los espectadores más tardanos; la plaza convertida en un albañal insalubre en la que los pies se quedan adheridos al piso...
Y señores clientes que todavía ignoraban la baja del torero peruano. Ese era el target , oiga . Por que queremos al mismo tiempo la pipa llena y la suegra borracha, llevarse el botín de los festejos populares y luego quejarnos de que la limpieza de la plaza ¡cuesta un di