“Lo primero que hice fue ofrecerle mi ayuda desde lo que tenía a mano”, contó Mariela en el programa Por Ahora . A partir de su vínculo profesional y humano con esta paciente, comenzó a diseñar un acompañamiento que incluyó rutinas de caminatas, asesoramiento alimenticio (siguiendo siempre indicaciones médicas), viandas especiales, sesiones de reiki, música relajante y, sobre todo, presencia constante.
Acompañar el cáncer de mama desde el cuerpo, la mente y el alma

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