Cada día, personas de todas las edades incluyen gaseosas en su rutina , ya sea durante una comida, en una pausa de trabajo o como acompañamiento en actividades sociales. Y este acto toma relevancia a partir de un estudio reciente que reveló que este consumo habitual, incluso limitado a una sola lata diaria, se asocia con un a umento en el riesgo de padecer enfermedades hepáticas de origen metabólico.
La investigación, desarrollada durante diez años en Reino Unido y presentada esta semana en Berlín, siguió a más de 100.000 adultos sin antecedentes de problemas hepáticos para analizar el impacto de las bebidas azucaradas y edulcoradas sobre la salud del hígado.
La investigación analizó la evolución de 123.788 adultos que no presentaban enfermedades hepáticas al inicio del est