Hoy leo despacio, con un tono casi melindroso este poema que he escrito sobre la pequeña mesa patizamba y coja que me han puesto en este bar, en la terraza. Tú sabes poco de nosotros. Ni sospechas que somos de esos poetas, míseros buscadores de las hierbas arrojadas, esos del tres al cuarto, que de

See Full Page