El 4 de septiembre, Julia Clark tenía un plan. No era bien intencionado, pero era un plan al fin y al cabo. A sus 19 años, había pasado tiempo en Cross Town Boxing, entrenando, sudando, aprendiendo a dar golpes. Pero ese día no iba a usar los puños. Ese día iba a usar su Jeep.
La idea era tan sencilla que parecía de película. Tú conduces. Ellos confían. Tú paras en el lugar acordado. Y entonces... sorpresa.
Pero en la vida real, cuando las armas están cargadas y los nervios están de punta y tres adolescentes intentan robar a otros dos adolescentes en un parque público en plena tarde, las cosas rara vez salen como en las películas.
Todo quedó ahí, en su teléfono celular. Letra por letra. Palabra por palabra. El plan perfecto de una emboscada casera.
“Mantén todas las ventanas abajo”, de