Parece que los pagos digitales tienen un nuevo peligro . Existe una importante brecha generacional que implica que el 42% de los mayores de 55 años desconoce que exista la opción de pagar con el móvil . Así lo revela el nuevo informe de Nuek , compañía tecnológica especializada en infraestructura de pagos de Minsait ( Indra Group ), que analiza cómo el cobro desde teléfonos inteligentes están emergiendo como nuevas motor de competitividad para el comercio .

El punto de venta se ha convertido en el epicentro de la transformación en la industria de pagos y de compras, pero una parte importante del comercio aún utiliza terminales más tradicionales que pueden limitan la agilidad y la experiencia que demanda el consumidor digital .

El estudio, « Aceptación de pagos en comercios », llevado a cabo por Nuek junto a AFI ( Analistas Financieros Internacionales ), se basa en más de 5.200 encuestas realizadas en España, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú, República Dominicana, Uruguay, Italia, Portugal y Reino Unido. Entre sus principales conclusiones, destaca el retraso persistente del cobro digital en Europa, especialmente en el comercio de proximidad .

La brecha generacional impacta de manera significativa en la adopción de nuevas tecnologías de cobro según el perfil de clientes que atiende cada comercio. Los negocios con una clientela más joven incorporan con más facilidad el cobro desde smartphones , mientras que aquellos orientados a públicos de mayor edad siguen priorizando terminales físicos y efectivo . Los datos lo confirman: solo el 13% de los mayores de 55 años afirma que le ha sido cobrada en alguna ocasión una compra desde estos dispositivos y un 42% desconoce que exista siquiera esta posibilidad.

Por ello, a pesar del potencial tecnológico , la digitalización del punto de venta sigue limitada por brechas de adopción como la mencionada, marcos regulatorios desalineados y un ecosistema aún fragmentado que impide escalar experiencias verdaderamente integradas.

El Informe sitúa a España en una posición de adopción moderada de nuevas tecnologías, con una marcada brecha generacional y una preferencia persistente por métodos tradicionales.

En España, la adopción de la tecnología SoftPOS (cobro con móvil/tablet como TPV) es más limitada que en América Latina y en otros países cercanos: mientras que Portugal destaca con una tasa superior al 50%, España se sitúa en torno al 35%.

El pago directo desde el móvil es más ágil y económico que un terminal físico , pero su adopción en España avanza despacio . La barrera principal no está en la falta de interés de los usuarios, sino en la lenta transición de los comercios hacia nuevas formas de cobro que sustituyan al TPV tradicional.

«Durante décadas, la aceptación de pagos digitales ha estado limitada por un modelo físico, rígido y costoso», afirma Javier Rey , director ejecutivo de Nuek. «Lo que está ocurriendo hoy es un cambio de paradigma: la función del terminal se integra en el teléfono inteligente, el comercio gana agilidad , y los costes se reducen drásticamente. Lo que antes era una limitación tecnológica se convierte ahora en una vía para activar un nuevo modelo operativo para los comercios que habían quedado fuera de la transformación digital ».

«La verdadera transformación vendrá de soluciones que combinan pago móvil, biometría y experiencias invisibles en el punto de venta». El informe también muestra que los modelos de pago por suscripción están ganando terreno en el comercio local , especialmente entre negocios que buscan formas más estables de ingreso y mayor fidelización del cliente.

«Estamos viendo cómo los nuevos formatos de pago están siendo apropiados por los jóvenes como parte de sus r utinas digitales . Esto representa una oportunidad enorme para diseñar soluciones que conecten con sus expectativas desde el primer toque», señala Javier Rey .

La adopción de pagos digitales en Europa es más baja y fragmentada en comparación a otras zonas como America latina , afectada por una base demográfica más envejecida y por la menor presencia de servicios locales que operen bajo este modelo. En España , Reino Unido e Italia , menos de un tercio de la población bancarizada utiliza esta modalidad, lejos de la media latinoamericana.