El sector financiero espera con atención la decisión final del Banco Sabadell , después de que el viernes concluyera el plazo para la aceptación de la opa que el BBVA lanzó en septiembre . Lo que empezó como un acercamiento estratégico en 2020 se ha convertido en un pulso financiero y político que podría redefinir el mapa bancario. Aquellas primeras conversaciones, impulsadas tras la fusión de Bankia y CaixaBank, acabaron sin acuerdo. El intercambio de acciones fue el principal escollo. Hasta mayo de 2024, cuando el BBVA decidió volver a la carga.
Las conversaciones se retomaron en un clima cordial. A comienzos de mayo, el BBVA propuso un canje de una acción propia por cada 4,83 del Sabadell, lo que suponía una prima del 30% respecto al mercado. Desde el banco presidido por Ca