CDMX.- «Para mi marido soy un objeto sexual». Doña Gelidia motivó el sobresalto de las asistentes a la merienda de los jueves cuando hizo tal declaración. Preguntó una: «¿Cómo es eso?». Explicó doña Gelidia: «Siempre que quiere tener sexo, objeto». Al empezar la fiesta de bodas el maestro de ceremonias anunció con sonorosa voz: «¡Y ahora, señoras y señores, recibamos con un fuerte aplauso a la feliz pareja!». Al son de la fanfarria de la orquesta y entre los aplausos de la concurrencia entraron al salón, del brazo y luciendo gran sonrisa, la novia y su mamá. La linda chica invitó a Babalucas: «Vamos a comer por ahí». Acotó muy serio el pavitonto: «Por ahí no se come». Don Hubertino, famoso cazador, fue de safari a África. La primera palabra que aprendió de la lengua de los kikuyu fue amino
De política y cosas peores

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