Una ola de descontento juvenil se extiende por el Sur Global. En el continente más joven del mundo, la GenZ lidera protestas masivas exigiendo un cambio sistémico ante la crisis económica, la corrupción y la falta de oportunidades. Como un efecto dominó también en Asia, con protestas recientes en naciones como Nepal, Indonesia y Filipinas, pareciera que una escalada sirve de inspiración para la siguiente y así en lo sucesivo. En consecuencia, ahora se sumaron dos países africanos que hasta ahora parecían ajenos a la agitación: Madagascar y Marruecos.

El trasfondo es el mismo: un sistema que cruje y que es denunciado por coartar oportunidades a los sectores más jóvenes. En un continente demográficamente joven, donde el 70% de la población subsahariana no supera los treinta años, las protes

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