En el tren del tiempo , donde solo unos pocos logran dejar huella, hay un vagón que muy pocos alcanzan: el del pasajero 394 . Allí viajan dos nombres que el fútbol escribió con la misma tinta del asombro: Lionel Messi y Kylian Mbappé . Dos generaciones distintas, dos caminos que se cruzan en una cifra mágica: 394 goles antes de cumplir los 27 años .

Messi llegó primero . En 2014, con apenas 27 años recién cumplidos, ya había transformado el fútbol a su antojo: 394 goles en 513 partidos, un promedio imposible ( 0,78 goles por partido ). Cinco Balones de Oro y cuatro Champions . Once años después, Mbappé, el heredero del vértigo, el niño que creció con pósters de Cristiano en la pared, ha alcanzado la misma marca. Lo hace en 530 encuentros, y todavía le quedan partidos por del

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