Si se le escucha hablar de Gran Canaria , nadie podría imaginar que la primera impresión que tuvo de esta isla Kim Duck Park cuando llegó un día de febrero de 1975 fue tan negativa. El camino desde el aeropuerto hasta Las Palmas de Gran Canaria , cuando aún no había autovía y se realizaba un árido recorrido por el interior de los municipios del sureste y este, le pareció desolador. Ahora, sin embargo, se empeña en transmitir su amor por esta tierra que lo acogió hace 50 años para atraer a más ciudadanos coreanos , ya sea para que se asienten en Canarias como para que disfruten de un viaje turístico .
Ese objetivo y la creación de alianzas comerciales entre el Archipiélago y el país asiático , son las tareas que desvelan a este antiguo pescador, uno de los marin