Un cóctel de burocracia y negligencia operativa en mandos de Protección Civil de al menos cinco entidades del país ha dejado un saldo preliminar de 41 muertos, cifra casi similar a la del huracán Otis en Acapulco. Los daños humanos y materiales se multiplican, mientras la autoridad se enreda en discursos.

El Gobierno de México confirmó 44 fallecimientos tras las intensas lluvias: 18 en Veracruz, 9 en Puebla, 16 en Hidalgo y 1 en Querétaro, aunque aún faltan víctimas por contabilizar en otros estados como Oaxaca y San Luis Potosí. Cientos permanecen desaparecidos, atrapados o incomunicados por deslaves e inundaciones.

Las lluvias extraordinarias, registradas desde el 7 de octubre, fueron provocadas por un sistema de baja presión y humedad del Golfo de México. Hasta el 11, se reportaban má

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