Desde Portugal, va este trabajo dedicado con cariño a todos mis alumnos y exalumnos.

Y también, para dos maestros de siempre que una noche de octubre de 1998 se dieron cita con la historia aquí en Oporto: el escritor y humanista portugués José Saramago, y el estadista también universal Fidel Castro; ambos luchadores incansables, cada cual en su campo, infatigables gladiadores que nos dieron ejemplo de saber vivir, luchar y trascender.

Fraternalmente, dedico estas líneas también a mis colegas maestros, los doctores Juan Durán y Juan Tenorio.

La razón, para iniciar pensando…

Regreso al año 1998. Corre el mes de octubre, día 16, y aquí en Oporto leemos este despacho de Reuters:

“El presidente cubano, Fidel Castro, envió a su llegada a Portugal un saludo al nuevo Premio Nobel de Literatur

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