Paul Gascoigne fue una leyenda con la pelota en los pies, un genio del mediocampo que emocionó a toda Inglaterra en el Mundial de 1990 y en la Eurocopa de 1996. Pero su vida personal ha estado marcada por los excesos, la autodestrucción y, sobre todo, la violencia. En su nuevo libro, que se publicará el 23 de octubre, “Gazza” vuelve a narrar uno de los episodios más trágicos de su biografía: la noche de 1996 en la que agredió físicamente a su entonces esposa, Sheryl, durante una estancia en el lujoso hotel Gleneagles, en Escocia.
“No fue más que una discusión estúpida en el restaurante, pero escaló. Subió a la habitación y la seguí. Le puse la cabeza contra la suya, y por instinto la empujé. Cayó al suelo, se hizo daño en la mano y gritó de dolor”, relata Gascoigne con un lenguaje