Fernando Montoya, 49 años, se vio forzado, como tantos otros de sus paisanos, a salir de Cuba, su tierra, luego de dos décadas de represión política por sus ideas contrarias al régimen dictatorial y totalitario que se vive en la isla.

Su drama comenzó cuando estudiaba el quinto grado de la carrera de medicina en Guantánamo, tras manifestarse a favor de una cláusula escondida en alguna parte de la Constitución Cubana, que incluía la figura del plebiscito, es decir el derecho de los ciudadanos de cuestionar a su gobierno y llamar a elecciones.

Entonces empezó para Fernando una persecución y la amenaza constante de echarlo de la escuela.

“Había un lema en la universidad de que tenías que ser revolucionario o no estabas en la carrera. Mucha gente tiene que callarse la boca porque si no... n

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