Más allá del balance administrativo multitemático, una virtud nada menor en un contexto de críticas sobre la predominante concentración en la empatía política y social, el informe de ayer de la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, ante el Congreso local, ratificó la continuidad con acento propio: el legado de la transformación nacional como punto de origen de una nueva etapa del Obradorismo.
En su posicionamiento, el diputado del Partido Verde, Manuel Talayero, muestra claro sentido de atención política: “que se escuche fuerte y claro, bajo su liderazgo esta ciudad será el corazón que impulse el nuevo ritmo de la transformación nacional”. Crónica publica hoy la tasa de aprobación claramente mayoritaria de Brugada: 68 por ciento.
La Ciudad de México es, en la visión de