“Se dieron hasta con el tobo”, como dice el refranero popular.

Ajenas a lo que acontece en el país, se enfrascaron en resolver sus propios problemas. Todo comenzó con un pique de sonido, poniendo, frente con frente, sus cornetas chinas con los decibeles a tope. De alli a las trompadas, fue un paso.

Comerciantes las dos, una de 52 años, otra de 43, no se detuvieron en prolegómenos, enzarzandose en un encuentro del deporte de contacto físico que está de moda, Bare Knuckle (boxeo a puño limpio), en medio del área de verduras del establecimiento público.

De peso semipesado las contendoras, casi pesado, se dieron sin contemplación terminando la púgil 1 con el rostro hinchado y la 2 con los brazos magullados.

Enemiga de la violencia de género, más aún entre honorables señoras, la Com/J Milag

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