Esta amenaza se enmarca en el intento de Trump por extender su papel pacificador tras el acuerdo en Gaza, presentándose como el líder capaz de resolver también el conflicto en Ucrania. Los misiles Tomahawk, con un alcance de hasta 2.500 kilómetros y capacidad para portar ojivas nucleares, ya fueron entregados en pequeña escala a Kiev en septiembre pasado, pero la posibilidad de una entrega masiva supondría una escalada significativa.
En declaraciones a periodistas durante su vuelo hacia Israel y Egipto, Trump afirmó que “quizás tenga que hablar con Rusia sobre los Tomahawk”, y añadió, “¿Quieren tener misiles Tomahawk dirigiéndose hacia ellos? No lo creo”.
Desde Moscú, el Kremlin evitó hacer comentarios directos, aunque su portavoz recordó que el uso de esos misiles implicaría participaci