Los únicos méritos que pueden reconocérsele al dictador Juan Vicente Gómez es que erradicó el caudillismo, principal causa de la inestabilidad política en el siglo XIX, y que canceló la deuda externa de Venezuela. Del resto, a su muerte dejó un país rural, muy atrasado en comparación con el entorno latinoamericano.
Correspondió a su sucesor, Eleazar López Contreras, sentar las bases de la modernización. Liberó a los presos políticos, restableció la libertad de prensa; creó el Banco Central de Venezuela, el Consejo Venezolano del Niño, el Cuerpo de Bomberos de Caracas, el Instituto Pedagógico; los ministerios de Sanidad, Agricultura y Comunicaciones; y los museos de Bellas Artes y Ciencias.
Durante su mandato, también surgió la empresa que impulsaría el desarrollo del cine nacional: Bolív