Los Dodgers llegaron a Milwaukee cargando más historia que equipaje. Un equipo con nómina récord, la mayor estrella del beisbol moderno y el recuerdo de las noches que definen eras. Del otro lado, los Brewers, la organización que los barrió en temporada regular y que sueña con una revancha que lleva siete años esperando. El primer juego de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional se inclinó hacia la experiencia.

Los Ángeles ganó 2-1 gracias a un pitcheo magistral de Blake Snell y el poder oportuno de Freddie Freeman. Pero el encuentro fue llevado hasta el límite cuando Brewers llenó la casa en la novena entrada y Dodgers supo soportar la presión.

Snell firmó una joya de pitcheo que en postemporada se convierten en diamantes. Se mantuvo en la loma ocho entradas, 10 ponches, un sólo hit

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