Mi historia no es única; es la historia de muchos latinos en este país. Nací en Chicago, hijo de una madre colombiana y un padre mexicano. Mi papá dejó su granja en Chihuahua, México, para venir a los Estados Unidos y trabajar en la construcción. Mi madre, una inmigrante que nos crió sola, se sacrificó para sacarnos adelante. Yo dormí en el suelo y trabajé como cocinero, conserje, cajero, y en la construcción y empacadoras, los mismos trabajos duros que millones de latinos hacen para construir una vida mejor para sus familias.
Este Mes de la Herencia Hispana, mi mensaje es claro: Los latinos somos parte esencial de este país. Nuestra cultura, nuestro trabajo y nuestras historias son parte integral de los Estados Unidos. Este país no prosperaría sin la contribución de los latinos.
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