Jesús “Chuy” Escamilla, trabajador de Pemex , activó las alarmas industriales de la empresa durante la madrugada del viernes 13 de octubre para alertar a la población sobre el desbordamiento del río Cazones, gesto que ayudó a cientos de familias a evacuar a tiempo.

Eran casi las tres de la mañana cuando el estruendo de las alarmas de Pemex rompió el silencio en Poza Rica. Muchos pensaron en un incendio, pero al asomarse vieron el agua avanzar por las calles. El río Cazones había rebasado su cauce y comenzaba a inundar las colonias bajas.

Detrás del sonido estaba Chuy Escamilla, quien decidió accionar las sirenas para despertar a los vecinos y permitir que desalojaran sus casas. La señal se escuchó en gran parte del municipio y se convirtió en la advertencia que salvó vidas.

La decisió

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