El mercado de alquiler en la Ciudad de Buenos Aires cambió de ritmo tras el DNU que desreguló la firma y el ajuste de contratos . La nueva escena ordenó tres carriles: el tradicional de mayor plazo sin muebles; el temporario de corta estadía con lógica turística; y el amoblado de mediano plazo (3 a 12 meses), que creció con demanda local y corporativa.

La pregunta central para el propietario es si conviene priorizar ingreso por noche o previsibilidad mensual; para el inquilino, cuál esquema ofrece mejor equilibrio entre precio, estabilidad y condiciones de ingreso.

Daniel Bryn , analista del mercado inmobiliario y de Zipcode, quien realiza Monitor Inmobiliario, explicó que el DNU redujo fricción y devolvió acuerdos “a medida” entre partes. “Muchos propietarios que habían migra

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