WASHINGTON (AP) — El presidente estadounidense Donald Trump dijo el martes que el ejército de Estados Unidos atacó otra pequeña embarcación que, según dijo, transportaba drogas en aguas cerca de Venezuela y mató a seis personas que iban a bordo.

Ningún elemento estadounidense resultó herido, agregó Trump en redes sociales. Es el quinto ataque del ejército estadounidense contra lanchas en el Caribe y el gobierno de Trump ha dicho que considera a los presuntos narcotraficantes como combatientes ilegales que deben ser enfrentados con fuerza militar.

El secretario de Defensa, Pete Hegseth, ordenó el ataque el martes por la mañana, indicó Trump, quien publicó un video del mismo, como lo había hecho con ataques pasados. Hegseth luego compartió el video en una publicación en X.

El video en blanco y negro muestra una pequeña embarcación que parecía estar quieta en el agua. Segundos después de iniciado el video, es alcanzada por un proyectil desde arriba y explota. Luego se ve al bote en llamas durante varios segundos.

Trump añadió que el ataque fue realizado en aguas internacionales y que información de “inteligencia” confirmó que la embarcación traficaba narcóticos, que estaba asociada con “redes narcoterroristas” y que se encontraba en una ruta de narcotráfico conocida.

El Pentágono no respondió de momento a un correo electrónico de The Associated Press en el que se le solicitó más información sobre el último ataque, pero un funcionario de Defensa indicó que los detalles en la publicación en redes sociales eran precisos. El funcionario habló bajo condición de anonimato debido a que no estaba autorizado a hablar públicamente sobre el ataque.

La frustración con el gobierno de Trump ha ido creciendo en el Capitolio entre legisladores de ambos partidos. Algunos republicanos quieren más información de la Casa Blanca sobre la justificación legal y los detalles de los ataques. Por su parte, los demócratas sostienen que tales ofensivas violan las leyes estadounidenses e internacionales.

La semana pasada, el Senado estadounidense rechazó una resolución de poderes de guerra que habría impedido que el gobierno de Trump efectuara los ataques a menos que el Congreso los autorizara específicamente.

En un memorando enviado al Congreso y obtenido por The Associated Press, el gobierno de Trump señaló que había determinado que “Estados Unidos participa en un conflicto armado no internacional con estas organizaciones designadas como terroristas” y que el mandatario había ordenado al Pentágono que “ejecutara operaciones contra ellos en virtud de la ley del conflicto armado”.

El gobierno de Trump no ha proporcionado pruebas subyacentes a los legisladores para demostrar que los botes atacados por el ejército estadounidense realmente transportaban narcóticos, de acuerdo con dos funcionarios estadounidenses familiarizados con el tema y que no estaban autorizados para comentar públicamente, por lo que hablaron bajo condición de anonimato.

El senador de California Adam Schiff, un demócrata que la semana pasada impulsó la votación sobre la resolución de Venezuela, dijo en una publicación en X que la autoridad del presidente para responder a un ataque armado o la amenaza de uno era limitada y no era aplicable.

“Estos continuos ataques —27 muertos hasta la fecha— generan el riesgo de involucrar a Estados Unidos en una guerra abierta”, dijo Schiff.

Dijo que presionaría por otra votación si los ataques continúan.

Los ataques se dieron luego de que Estados Unidos desplegara fuerzas marítimas en el Caribe a un nivel sin precedentes en tiempos recientes.

Tras el ataque del martes, Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela y un cercano aliado del presidente Nicolás Maduro, hizo un llamado a la prensa para combatir las “mentiras” de Estados Unidos que se están utilizando para justificar una posible invasión.

El gobierno había convocado a medios extranjeros y a docenas de líderes de medios locales para el mensaje de Rodríguez.

“El objetivo no es la búsqueda de la verdad y muchísimo menos el objetivo es el combate al narcotráfico”, señaló Rodríguez. Se trata de “buscar la manera de tener una excusa para la agresión”.

“No estamos pidiendo que ustedes inventen nada, sino que defiendan la verdad”, añadió.

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Los periodistas de The Associated Press Ben Finley, en Washington, y Jorge Rueda en Caracas, Venezuela, contribuyeron a este despacho.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.