La consejera de Turismo , Jéssica de León , se mantiene firme en sus convicciones y no se arredra a la hora de criticar la moratoria que impulsó el expresidente Román Rodríguez en el año 2001 y asegurar que la misma "no sirvió absolutamente para nada", salvo para cosechar sentencias desfavorables para el Gobierno canario "por valor de 656 millones de euros más 337 millones en concepto de intereses" a los promotores hoteleros que tuvieron que retrasar la construcción de camas turísticas durante varios años, que ha calculado en 720 millones de euros que deberán ser desembolsados por las arcas autonómicas.
Por su parte, la canarista Natalia Santana (NC-Bc) indicó que la gestión de la consejera no ha dado soluciones al optar por "copiar la estrategia del calamar para o