El presidente de Madagascar, Andry Rajoelina, disolvió el martes por decreto la Asamblea Nacional antes de una votación promovida por la oposición para destituirlo del cargo, en medio de una crisis política en el país insular.
El mandatario ha enfrentado más de dos semanas de protestas callejeras encabezadas por jóvenes manifestantes furiosos con la élite gobernante.
El decreto de disolución del Parlamento “entrará en vigor inmediatamente después de su publicación en transmisión de radio y/o televisión”, indicó la Presidencia en Facebook.
La víspera, en una declaración desde un lugar desconocido, el presidente descartó renunciar y llamó a “respetar la Constitución”. Fue su primera aparición desde que el fin de semana pasado un contingente militar se sumó a las protestas.
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