Dejar de fumar, aunque sea a edades avanzadas, puede frenar el deterioro cognitivo y reducir el riesgo de demencia, según un estudio publicado este lunes en The Lancet Healthy Longevity. La investigación analizó datos de casi 9 500 personas de 12 países, incluido España, y comprobó que los exfumadores experimentaron un deterioro más lento en memoria y fluidez verbal que quienes continuaron fumando.
El estudio, realizado por el University College de Londres (UCL), mostró que las capacidades cognitivas de quienes dejaron de fumar a partir de los 40 años disminuyeron significativamente menos en los seis años posteriores a abandonar el tabaco. Los investigadores destacaron que fumar daña el cerebro al afectar la salud cardiovascular y causar inflamación crónica, lo que provoca estrés oxidativ