Más de 1.800 millones de adultos en el mundo no alcanza los niveles mínimos de actividad física recomendados. Esta inactividad eleva el riesgo de padecer enfermedades no transmisibles y es el cuarto factor de riesgo más importante de mortalidad global.

Según la Organización Mundial de la salud (OMS), cada movimiento cuenta, y apunta que no hace falta una hora de gimnasio para cuidar la salud, sino que puede marcar la diferencia el hecho de subir escaleras, bailar unos minutos o moverse varias veces al día.

Ahora, un estudio realizado por la Universidad de Oviedo reveló que los llamados “snacks de ejercicio”, pequeñas dosis de actividad física repartidas a lo largo del día, son eficaces para mejorar la forma física y la salud cardiovascular en personas sedentarias.

Moverse más, aunque se

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