Se retiraron los bloques de una barda de 3 metros de largo por 2 metros de alto, que tenía daños visibles como cuarteaduras y debilitamiento, lo que representaba un peligro para los vecinos cercanos.

A la propietaria se le dieron recomendaciones, como reparar la barda de manera inmediata, supervisarla regularmente y tomar precauciones para evitar accidentes.

La acción se realizó preventivamente para proteger a la comunidad y mantener libre la vía pública.

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