Hace seis años desde que Anna Deakova dejó atrás Londres para comenzar a construir su nueva vida en Logroño. Originaria de Bratislava, Eslovaquia, explica que se fue de su país con 19 años por estudios y estuvo viajando durante mucho tiempo.
Su marido es riojano y, aunque la capital británica les gustaba, buscaban «una ciudad más pequeña» donde echar raíces. Sin embargo, debido al Brexit sus planes cambiaron y para estar más cerca de la familia de él, decidieron mudarse a Logroño.
Años atrás, Deakova ya había visitado la ciudad y su primera impresión no fue la mejor porque ya tenía una imagen de España formada en su mente. «Vine de visita en noviembre, llovía mucho y la ciudad estaba prácticamente vacía. Y pensé que esto no era la España con mar y sangría de los anuncios», recuerda entre