El gran consultor, empresario y escritor, cree que lo mejor para terminar con la crisis sería que se marchase el jefe de Estado, al que considera “indigno”
Solo algunas personas tienen acceso siempre a la sala de máquinas de sus países. Alain Minc (París, 76 años), como le han definido algunos, es el espíritu del sistema. Pocos conocen como él los resortes de la V República francesa, a sus dirigentes, sus defectos y sus virtudes, y los límites que entraña el aparato gubernamental del Estado. Minc tiene un pie en las empresas, en la política, en la literatura, en el arte... Es una de esas personas a la que los presidentes se acercan para descifrar la música que suena en cada época, para entenderla. Y si uno le preguntara ahora por ese sonido, es posible que diera la respuesta más inquiet